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Las hemorroides son venas dilatadas e inflamadas en el ano y recto.
pueden causar dolor, comezón y sangrado anal. Estas se clasifican en: Hemorroides internas, cuando las venas se dilatan dentro del recto y no salen a través del ano.
Hemorroides externas
Es cuando las venas dilatadas salen a través del recto.
Hemorroides trombosadas
Cuando se forma un coágulo en una hemorroide externa.
La hemorroidectomía es la eliminación quirúrgica de las hemorroides, se usa generalmente para las hemorroides internas de gran tamaño y que no han respondido a otros tratamientos. Está considerada como el método más eficaz para tratarlas, recuerda que los tejidos hemorroidales son parte natural del cuerpo y que la hemorroidectomía se reserva en general para las hemorroides en fase avanzada.
Un quiste pilonidal es una cavidad anormal en la piel que, generalmente, contiene vello y partículas cutáneas. En la mayoría de los casos, se encuentra cerca del coxis, en la parte superior del surco de los glúteos. Los quistes pilonidales suelen aparecer cuando un vello perfora la piel y luego se encarna. Si se infectan, el absceso que se forma, en general, es muy doloroso. El quiste puede drenarse a través de una pequeña incisión o extirparse quirúrgicamente.
Los quistes pilonidales son más frecuentes en los varones jóvenes, y es habitual que el problema vuelva a aparecer. Las personas que están sentadas durante períodos prolongados, como los conductores de camiones, corren un mayor riesgo de sufrir un quiste pilonidal.
Un quiste pilonidal se convierte en una masa hinchada (absceso) cuando se infecta. Los signos y síntomas de un quiste pilonidal infectado son los siguientes:
Dolor
Enrojecimiento de la piel
Supuración de pus o de sangre en una abertura de la piel
Olor desagradable del pus que supura
El tratamiento del quiste pilonidal se plantea cuando éste se complica y produce sintomatología.
En su fase aguda, en caso de infección, es recomendable el drenaje del material purulento para, en un segundo tiempo, proceder a la extirpación completa de la formación quística y de los trayectos fistulosos secundarios si es que existen.
Una fístula anal es un conducto infectado entre la piel y el ano, la apertura muscular en el extremo del tracto digestivo. La mayoría de las fístulas anales aparecen como resultado de una infección en una glándula anal que se extiende a la piel.
Dolor
Hinchazón
Secreciones de sangre o pus del ano
Humedad en el área y mal olor
El tratamiento de la fístula anal depende del lugar en el que esté ubicada y la complejidad. Los objetivos son reparar la fístula anal por completo para prevenir la recurrencia y para proteger los músculos del esfínter. El daño en estos músculos puede provocar incontinencia fecal.
Estas son algunas de las opciones:
Fistulotomía. se corta la abertura interna de la fístula, raspa y enjuaga la zona para eliminar el tejido infectado y luego aplana el canal y lo sutura. Para tratar una fístula más complicada, es posible que el cirujano deba quitar parte del canal. La fistulotomía se puede realizar en dos etapas en el caso de que se deba cortar una cantidad importante de músculo esfínter o si no se puede encontrar el canal completo.
Colgajo de avance rectal. El cirujano crea un colgajo a partir de la pared rectal antes de eliminar la abertura interna de la fístula. El colgajo se usa luego para recubrir la reparación. Este procedimiento puede reducir la cantidad de músculo esfínter que se debe cortar.
Colocación de setón. El cirujano coloca un hilo de seda o látex (setón) en la fístula para ayudar a drenar la infección.
El Dr. Javier Cisneros López es cirujano general especialista en cirugía de patologías anorrectales en la ciudad de Tijuana, Baja california México con 26 años de experiencia y más de 7,000 procedimientos realizados. Si usted presenta algún síntoma o tiene dudas respecto a su salud, agende una cita aquí para recibir atención médica adecuada a su padecimiento.
Las hemorroides son conjuntos inflamados e hinchados de tejido en la zona anal. Pueden tener distintos tamaños y pueden ser internas o externas. Normalmente, las hemorroides internas se localizan entre 2 y 4 cm por encima de la apertura del ano y son el tipo más frecuente. Las externas aparecen en el borde exterior del ano.
Un quiste pilonidal es una cavidad anormal en la piel que, generalmente, contiene vello y partículas cutáneas. En la mayoría de los casos, se encuentra cerca del coxis, en la parte superior del surco de los glúteos. Los quistes pilonidales suelen aparecer cuando un vello perfora la piel y luego se encarna. Si se infectan, el absceso que se forma, en general, es muy doloroso. El quiste puede drenarse a través de una pequeña incisión o extirparse quirúrgicamente.
Los quistes pilonidales son más frecuentes en los varones jóvenes, y es habitual que el problema vuelva a aparecer. Las personas que están sentadas durante períodos prolongados, como los conductores de camiones, corren un mayor riesgo de sufrir un quiste pilonidal.
Un individuo con hemorroides puede experimentar los siguientes síntomas:
fístula anal, en la que crea una nueva abertura entre la superficie de la piel cerca del ano y el interior del mismo, o hemorroides prolapsadas, con las que se corta el suministro de sangre a la hemorroide, lo que causa complicaciones que incluyen una infección o un coágulo sanguíneo.
Es una operación quirúrgica cuya finalidad es retirar hemorroides que causen incomodidad, molestias y sangrado. De manera frecuente, este procedimiento se utiliza una vez que otro tipo de tratamientos más conservadores han fracasado en la desinflamación y disminución de la sintomatología.
Se utiliza anestesia regional en este procedimiento quirúrgico, cuya duración es de aproximadamente una hora y el paciente puede ser egresado 3 o 4 horas después de la cirugía. La recuperación completa de la cirugía es 48 a 72 horas para que el paciente vuelva a sus actividades normales.
El Dr. Javier Cisneros López es cirujano general especialista en cirugía de patologías anorrectales en la ciudad de Tijuana, Baja california México con 26 años de experiencia y más de 7,000 procedimientos realizados. Si usted presenta algún síntoma o tiene dudas respecto a su salud, agende una cita aquí para recibir atención médica adecuada a su padecimiento.
En el momento que se produce un absceso, si no se drena espontáneamente, se deberá sajar con un bisturí bajo anestesia local y permitir que drene el material purulento. Lógicamente, habrá que dar tratamiento antibiótico durante unos días y realizar curas de la herida.
En caso de quiste pilonidal crónico, que se sobre infectan reiteradamente, la mejor opción es el abordaje quirúrgico extirpando bajo anestesia general o regional la zona del quiste en bloque. Es una cirugía bastante agresiva, pues debe extraerse toda la zona afectada para asegurarse de que no se reproduzca.
Las nuevas técnicas quirúrgicas de esta cirugía agresiva permiten hacer un cierre primario de la herida durante la intervención mediante diversas técnicas, lo cual acorta el posoperatorio, lo hace menos doloroso y permite volver antes a la vida normal. Asimismo, las cirugías cerradas tienen una menor tasa de recurrencias.
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